Centro de Investigación para la Atención de Trastornos Emocionales y Biomagnéticos

El jueves 29 de abril tuve la oportunidad de participar en una charla sobre salud emocional y a partir de ahí me han preguntado si mi postura es porque yo no creo en los milagros como una opción para que las personas sanen de su alma, de su espíritu (porque quienes me lo preguntaron tienden a relacionar las emociones con la enfermedad del espíritu). Mi postura, como ingeniero, como científico, como ateo, es que no puedo negar que los milagros existen, aunque quizá nunca haya visto alguno, porque no puedo negar la existencia de algo sólo por desconocerlo, pero prefiero todo aquello que tenga un sustento científico, lo más técnico posible, en el que todo sea previsible, metódico, que dependa de la habilidad de un especialista o de la corriente eléctrica para conectar un aparato a que dependa de la voluntad de un ser todopoderoso, o una energía universal, al cual quizá no le caiga bien o esté ocupado en ese momento.  No voy a negar que durante la charla hubo varias experiencias que contar

Cuando se menciona que una persona padece una neuropatía de inmediato nos vienen a la cabeza dolores, deformaciones, problemas motrices, neuronas desmielizándose, daños en los nervios y muchas más cosas que para los que las sufren son parte de un infierno y cuyos placebos aceptados científica y mundialmente son drogas y terapias, dosis y dosis de drogas y horas y horas de terapias. Además, las neuropatías tienden a avanzar lentamente y cuando la persona se da cuenta de que la padece (cuando duelen los musculos, cuando se pierde la memoria, cuando ya no hay un buen control de los movimientos corporales, entre otros) la neuropatía ya ha avanzado enormemente. Para nosotros, descubrir que la gran mayoría de las neuropatías tienen su origen por un bloqueo del Centro de Transmisión de Emociones de la frente (es decir; son provocadas por una carga magnetoestática acumulativa que ocasiona cortos entre las neuronas y que, estos, a su vez, ocasionan deterioro orgánico) nos permitió empezar a ver

Estos datos son sólo nuestros, del Centro de Investigación y Atención de Trastornos Emocionales y Biomagnéticos (CIATEB); el 80% de los casos de mujeres que atendemos traen un trauma por violación, por esto la importancia de lo que comparto hoy. El trauma por violación, o lo que nosotros identificamos en las imágenes de diagnóstico como trauma por violación, tiene sus orígenes en el 95% de los casos por abuso sexual, intento de abuso y acoso, un 4.8% de casos el trauma está provocado por abortos y el restante 0.2% de los casos fue heredado a través del vientre materno (los niños nacieron con él porque la madre sufrió el evento cuando el producto aún estaba en el vientre y se le pegó). Este trauma se genera cuando se bloquea el Centro de Transmisión de Emociones que transmite la culpa (o dolor) y el placer, y tanto por abusos sexuales, intentos de abusos, acosos como por abortos se puede provocar el bloqueo de este Centro de Transmisiones. Muchas mujeres tienden a negar que sufrieron en

Un poco de historia (unos días antes): Terminó el día de trabajo del Congreso que reunió a terapeutas de muchas disciplinas médicas en Chiapas y un grupo de médicos, especialistas, salió a cenar. Durante la cena, en el restaurante, uno de los presentes comentó que todas las enfermedades tienen su origen en problemas emocionales y comenzó una charla, que más bien parecía discusión, al respecto, unos a favor otros en contra. Una médico internista con estudios en psicología y con actividades profesionales en el campo de las terapias rechazó tajantemente la afirmación, golpeando incluso la mesa. Ante esta reacción de ella (a quien llamaré "Y") otro de los presentes levantó la copa y pidió un brindis para celebrar que estaban ante un interesante debate de pseudociencia. 20 de Febrero de 2021: Su caso era, ese día, tristemente, un caso normal, o más bien común; la joven mujer mostraba traumas por depresión y violación y tenía intoxicados las secciones estomacal y abdominal por culp

 Los tres casos que enlisto hoy fueron atendidos en la ciudad de Guadalajara, México, entre el 11 y 12 de febrero de 2021, así que para el momento que escribo esto han transcurrido apenas cuatro días de haberlos atendido. Independientemente de todo lo demás que hicimos en Guadalajara en este viaje estos tres casos tenían importancia personal ya que todos son personas a quienes estimo, dos de ellos tienen licenciatura en ingeniería y el otro está estudiando su licenciatura. Caso 1) femenino, mayor de edad, con sobrepeso y trastorno de depresión que le había intoxicado las secciones estomacal y abdominal. Caso 2) masculino, mayor de edad, con  trastornos de depresión y corajes que le habían intoxicado la sección abdominal. Caso 3) femenino, ronda los 40 años, había sido atendida por alguien que leyó "El Sistema Circulatorio Emocional" y la había librado de sus trastornos emocionales pero le dejó la intoxicación en el abdomen. Cuando le mencioné a 1) que sufría el trastorno de d

A ella la conocíamos perfectamente porque en alguna ocasión dejó que midiéramos sus centros de transmisión de emociones para ver qué relación tenían las áreas de éstos con el carácter de la persona, así que cuando se sometió a una pequeña operación, que debía ser de rutina, y sufrió un infarto y tuvo que ser reanimada, o resucitada, el término que gusten usar es correcto, con el desfibrilador en cuanto tuvo posibilidad nos mandó imágenes suyas (fotografías) para que las analizáramos. Ella decía que se sentía extraña, en las fotografías no encontrábamos nada raro así que supusimos que sentirse raro es la forma en que uno se siente después de haber tenido un paro cadiaco y haber sido reanimado, o resucitado, con un desfibrilador. Salió del hospital y nos pasó a ver para revisión. Lo primero que notamos era que había perdido el brillo de su piel y ahora se veía grisácea, opaca, apagada. La revisión simple nos mostraba que había señal en todos los centros de transmisión, ella no nos podía

Fuimos invitados por una especialista en neuroconductas los días 16 y 17 de enero de 2021 a Villahermosa, Tabasco, para ver a algunos de sus pacientes que no muestran avances en sus terapias, platicar con algunos psicólogos (amigos de esta especialista) y a algunos de los pacientes de estos psicólogos, pacientes que ellos consideraban casos desesperados o muy urgentes. Lo primero que les llamó la atención a los especialistas que asistieron fueron nuestros diagnósticos a partir de la descomposición de una simple fotografía, y varios de los que asistieron lo hicieron por morbo más que por vocación científica o académica. La primera persona que atendimos fue una psicóloga, fuera de horario, llegó el viernes a platicar con nosotros, su cita era la última del domingo. La invité a que la atendiéramos de una vez y así nosotros tendríamos un poco de espacio para terminar antes el domingo y descansar. Ella aceptó. Al terminar de atenderla, 40 minutos después, y verse en el espejo nos pidió que