Centro de Investigación para la Atención de Trastornos Emocionales y Biomagnéticos

Pasaron más de cuatro largos meses, largos para ella, entre que recibí su fotografía, que le confirmé el diagnóstico de neuropatía y que era candidata a tratamiento y que ella pudiera viajar desde Guadalajara, México, para ser atendida. Digo "cuatro largos meses" porque he escuchado lo que es la vida para los diagnosticados con Fibromialgia y cada día con dolores es un suplicio, una eternidad de suplicio. Un amigo en común fue quien la contactó conmigo, y en esos más de cuatro meses recibí muchos correos, mensajes y llamadas de ella esperando una descripción del tratamiento que su cabeza fuese capaz de procesar, porque para ella era impensable que algo que había despedazado su vida durante tanto tiempo pudiera ser reparado (sí, reparado, esa palabra ella no la procesaba) en una hora. Pero cuando se sufre tanto por un padecimiento como la Fibromialgia decides buscar cualquier camino, aceptar cualquier oferta, porque ante tanto dolor cada oferta es una luz de esperanza, y a vec

 Ella envió su foto para diagnóstico diciendo que padecía de fibromialgia, se la acababan de diagnosticar. En la imagen no había rastro alguno de neuropatía así que le dijimos que no padecía de fibromialgia pero que sí tenía varios traumas emocionales que podían ocasionar los dolores en su cuerpo, y en todo caso, si en el consultorio confirmábamos que había una neuropatía emocional que no apareciera en la fotografía de diagnóstico también se la extraeríamos. Ante esto, ella sacó cita en CIATEB. La atendimos y, efectivamente, no presentaba ninguna neuropatía y fue fácil extraerle sus traumas. Recuerdo que cuando la acompañé a que se viera al espejo una vez que salió del consultorio dijo, asombrada, que se veía feliz, y unas pequeñas lágrimas se esbozaron en sus ojos. Me abrazó y agradeció diciendo que lloraba de felicidad. Yo no sabía qué decir, me es común ver esta reacción de llanto de felicidad en adolescentes, no en adultos mayores de 30 años. Hasta este momento todo era un caso nor