¿Y si las enfermedades hereditarias no fuesen hereditarias?

Alguna vez una persona me mencionó que los doctores (o la ciencia médica) declaraban que los padecimientos eran hereditarios cuando no sabían a qué se debían. Durante muchos años, como persona que me encanta la ciencia, me negué a creer semejante afirmación.

Este texto de hoy tiene como origen una charla reciente con la mamá de un par de jóvenes que padecen el Síndrome de Ehlers-Danlos.

Ella me ha platicado en varias ocasiones sobre el padecimiento de sus hijos, sobre los tratamientos que llevan, sobre qué doctor (con nombre y apellido) ha resultado bueno ayudando a sus hijos y sobre quién no, sobre qué terapias le han ayudado y sobre cuáles no. Me contó sobre el origen genético del problema, sobre lo mucho que ha tenido ella que estudiar al respecto y me ha detallado muchísimos eventos que han padecido sus hijos, y la tranquilidad con la que ahora los toman, porque saben que siempre van a vivir con el síndrome.

Yo conocí de este síndrome por las pláticas con ella y a partir de ahí he leído algunas cosas en la red, nada más. Pero desde que me empezó a contar sobre la hiperflexibilidad de sus hijos la relacioné de inmediato a una neuropatía. Por experiencia en casos de parálisis cerebral epástica y artritis, principalmente, nos queda claro en CIATEB que al extraer la carga magnetoestática que provoca la neuropatía se modifica la elasticidad del individuo, así que de inmediato me pasó por la cabeza el pedirle una fotografía de sus hijos para analizarlos en la computadora y ver si aparecía una marca en la frente, característica de una neuropatía emocional. Y al revisar a ambos, en ambos aparece.

¿Puede ser esta carga magnetoestática la razón de la hiperflexibilidad? Sí. ¿Estoy seguro de que lo sea? No. Pero sé que eso no debe de estar ahí, en la frente, porque va a ocasionar más problemas. Le hice estos comentarios a ella para que se los pasara a sus hijos y me contestó que todo lo que ella ha leído le da un origen genético al problema de sus hijos, y me reiteró todo lo que ha estudiado y leído al respecto.

Sólo le pude contestar sobre mi caso; además de mi daltonismo, mi madre padeció de hipertensión y diabetes y que yo fui advertido por muchos doctores que tenía que cuidar mi alimentación y forma de vida porque corría el riesgo, por los antecedentes de mi madre, de padecer hipertensión y diabetes. E igual que ella leí mucho sobre la hipertensión y la diabetes hasta que en CIATEB nos topamos con que la hipertensión se debe a la depresión, la diabetes es una consecuencia de la ira (leer "Los riesgos de permanecer siempre enojado.") y muchos cánceres tienen orígenes emocionales, entre otras tantas cosas.

No sé si algún día tenga la oportunidad de extraerles las neuropatías a estos jóvenes, y tampoco sé si eso les corregirá los problemas con su hiperflexibilidad (si algo de esto ocurre claro que lo escribiré en este blog), pero sí tengo bien claro que mientras un individuo padezca un trastorno emocional siempre desarrollará un padecimiento degenerativo que en muchas ocasiones es considerado con orígenes genéticos. Y así, con mi daltonismo que nunca podré curar, espero que nos saquemos de la cabeza que las enfermedades que no entendemos tienen origen genético para que algún día podamos encontrarles una cura real (y a algunas ya se las encontramos en CIATEB -leer "Las enfermedades invisibles y los trastornos emocionales").

Si en algún momento alguien desea venir a aprender sobre esto comuníquese a CIATEB o conmigo, a través del blog, y será bien recibido, las puertas de CIATEB están abiertas para todo especialista de la salud o investigador que desee aprender o investigar sobre estos temas.

Y si quieren aprender más, antes de venir, pidan el libro "El Sistema Circulatorio Emocional" (disponible también en versión electrónica en Amazon).

Comentarios

Entradas más populares de este blog

"Los procesos emocionales"; plática y testimonio en vídeo y medios

La ventaja de usar tecnología en el estudio y diagnóstico de Trastornos Emocionales

El primer caso testimonial en medios de Fibromialgia curada