El clásico error en los estudios de efectos orgánicos de las emociones.

Durante mucho tiempo se han estudiado los efectos orgánicos de las emociones, se han estudiado los efectos en el cuerpo a cierto tipos de estímulos (mucho de esto está involucrado en el arte puro, como tal), y con las nuevas tecnologías y métodos para analizar podemos obtener muchos más resultados que nos llevan a... ninguna parte.

¿Por qué menciono esto sobre que tantos resultados de estudios y no tenemos resultados concretos? Porque es cierto. en la red pueden encontrar muchísimos estudios realizados sobre esos temas y verán que ninguno tiene resultados concluyentes, y las variaciones entre las respuestas medidas son muy amplias, no se puede ser concluyente con los resultados. Y aquí cabe preguntarse; ¿qué es lo que está ocurriendo? La respuesta es muy simple; el universo en el cual se hacen las pruebas no es uniforme.

¿A qué me refiero con esto de que sea uniforme? Pues me refiero a que los sujetos de estudio no padecen las mismas condiciones emocionales (unos tienen depresión, otros tienen ira, otros tienen ansiedad, otros tienen culpa, otros tienen disgustos, otros tienen sustos, otros tienen una mezcla de varios) y esto afecta seriamente, porque las emociones nos ayudan a interpretar los procesos sensoriales y en conjunción con ellos controlar los procesos hormonales. Si padecemos depresión entonces todos nuestros procesos sensoriales y consecuentes respuestas hormonales van a tener una carga de tristeza. Si padecemos ira entonces todos nuestros procesos sensoriales y consecuentes respuestas hormonales van a tener una carga de ira, y así con todos los demás sentimientos que ocasionan traumas.

Debido a experimentos como el que muestro en La relación entre las emociones y los procesos sensoriales (parte I) varios de estos estudios me han llegado a las manos, varios para calificarlos, e independientemente de que son trabajos de investigación impresionantes algunos de ellos, impresionantes por la cantidad de datos y mediciones que hicieron, siempre termina habiendo una gran cantidad de datos que quedan fuera de las gráficas. Y siempre termino explicándoles lo mismo, su universo para pruebas no es homogéneo, y mientras no tengan un universo homogéneo no hay forma alguna en que este tipo de estudios puedan dar datos concluyentes.

Alguna ocasión alguien me comentó si sería bueno buscar a personas con un mismo trauma para hacer este tipo de estudios y debo reconocer que me encantó la idea (yo siempre había considerado que lo mejor era trabajar con personas sin traumas). La razón de que me encantara la idea es que, suponiendo que todas las personas del estudio tuvieran depresión, sólo depresión, todas van a tener distintas respuestas a ciertos estímulos, pero la variación del tamaño de la respuesta va a estar ligada intrínsecamente a la cantidad de tristeza acumulada en el cuerpo, y ésta podría ser una forma indirecta de medir la cantidad de tristeza en el individuo, o de cualquier emoción que puede generar traumas,

Si en algún momento alguien desea venir a aprender sobre esto comuníquese a CIATEB o conmigo, a través del blog, y será bien recibido, las puertas de CIATEB están abiertas para todo especialista de la salud o investigador que desee aprender o investigar sobre estos temas.

Y si quieren aprender más, antes de venir, pidan el libro "El Sistema Circulatorio Emocional" (disponible también en versión electrónica en Amazon).