La relación entre las emociones y los procesos sensoriales (parte I)

La psicología es la encargada de estudiar las emociones, pero si le preguntan a un grupo de psicólgos ¿qué son las emociones? ¿Dónde están? ¿Cómo se miden? ¿Cómo interactúan con las funciones mentales? ¿Y con las orgánicas? ¿Cómo se comen? Es probable que obtengan tantas respuestas distintas como profesionistas presentes. La razón de esto es porque la psicología, y la ciencia médica en general, no ha entendido que las emociones son, físicamente, cúmulos de cargas electromagnéticas generadas por ciertos órganos en específico y que se mueven por fuera del cuerpo y que son, funcionalmente, códigos muy parecidos a programas de computadora sin los cuales el cerebro no puede procesar la información recibida sensorialmente.

Lo que señalé en el párrafo anterior es muy simple y se resume en; si los procesos emocionales están afectados los procesos sensoriales están afectados. He platicado esto con muchos profesionistas de la medicina y de la psicología y aunque algunos en privado señalen que existe alguna probabilidad de que mi comentario sea cierto no hay forma de comprobarlo. Pero en realidad sí la hay. Y el experimento que voy a mencionar en las siguientes líneas debo de antecederlo de las siguientes tres advertencias:

1) No lo vayan a intentar hacer sin la presencia de un experto en el tema.

2) No lo vayan a intentar hacer sin la presencia de un experto en el tema.

3) No lo vayan a intentar hacer sin la presencia de un experto en el tema.

No hacer caso a lo anterior puede ocasionar, a corto plazo, muchos problemas en la forma de comer de la persona porque no le volverá a saber nada igual, y a largo plazo le puede ocasionar problemas de cánceres o inflamación de glándulas, entre otras tantas cosas.

En el siguiente experimento van a desconectar el Centro de Transmisión de Emociones de la garganta de un individuo (no pueden hacerlo de sí mismos). No pueden intentarlo en alguien que haya sido operado de la garganta, que tenga problemas de tiroides, de granos en el cuerpo (incluyendo acné) o que sufra de migrañas o dolores ocasionales de cabeza (no lo intenten si no hay un experto presente, él les dirá si la persona es apta o no para el experimento).

1) Denle de tomar en un vaso al individuo un poco de refresco pero que sólo se tome una tercera parte (el refresco de Cola o un jugo industrializado es bastante útil para el experimento).

2) Recuesten al individuo sobre una cama colocando una pequeña almohada a la altura de los homóplatos para que el cuello quede completamente estirado al recargar la cabeza en la cama.

3) Coloquen el canto de una mano como valla en perpendicular al cuello, en paralelo a la tráquea a la altura de la yugular.

4) Con la otra mano, con los dedos juntos y rectos, arrastren las yemas de los dedos índice, medio, anular y meñique desde el lado contrario de la tráquea a la que se encuentra la valla hasta la valla de su otra mano pasando por donde debe estar la manzana de Adán simulando el movimiento de una espátula. 

5) Al tocar con la mano que hace de valla, cubran la mano que arrastraron con la mano que hace de valla y levanten ambas juntas unos centímetros y después sepárenlas.

5) Cuenten 10 segundos y hagan que el individuo se siente y tome otro poco de la bebida del inicio. Si realizaron bien el procedimiento el individuo les expresará que los sabores están separados (el azúcar se siente por un lado, el agua por otro, el saborizante por otro, etc.)

6) Pídanle al experto que le reinstale el Centro de Transmisión de Emociones al individuo de prueba y denle de probar de nuevo el restante de la bebida; ésta habrá recobrado su sabor original.

*El instalar el CTE de la garganta es mucho más complejo que desinstalarlo, y requiere una precisión milimétrica u ocasiona daños en el sentido del gusto y orgánicos, por ello no explicaré cómo se hace; es bastante delicado.

Para quienes tengan la oprtunidad de vivir esta experiencia bien llevada les quedará bien claro que si comparamos los órganos sensoriales con el hardware de una computadora los procesos emocionales, las emociones para decirlo simplemente, son el software que permite al cerebro decodificar la información y procesarla correctamente.

Y saben, después de vivir este experimento (mismo que no pueden repetir sobre un individuo en mucho tiempo porque pueden ocasionar daño orgánico al estar haciendo la instalación del CTE) es muy fácil entender que si una desconexión ocasiona eso, una contaminación de la señal (un trauma emocional) va a afectar de muchas otras maneras; generando dolores, problemas hormonales, descompensaciones y más. Y es entonces cuando se puede asimilar fácilmente porqué las enfermedades crónicodegenerativas provienen en su mayoría de trastornos emocionales y porqué la medicina para dejar de acompañar estas enfermedades y poder curarlas o revertirlas primero debe eliminar los trastornos emocionales (procesos biomagnéticos afectados) que las originan.

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