Las migrañas y las emociones.

Las migrañas son, quizás, el padecimiento que mejor relacionan con un trastorno emocional los médicos, y lo relacionan correctamente, quizá no lo entienden, y tampoco lo pueden curar, a lo más pueden hacerle subclasificaciones y darte pastillas para el resto de tu vida (pastillas que un día dejarán de servir y que conforme avanza el tiempo incrementan su dosis), pero lo que mencionan al respecto es correcto; las migrañas se producen porque la persona se guarda disgustos, porque no expresa lo que siente.

Lo puesto en el párrafo anterior me lo ha contado más de un profesionista de la salud (llámese médico, cirujano, internista, psicoterapeuta), y siempre me ha resultado muy simpático, o interesante, o extraño, ver que en el caso de las migrañas a los especialistas de la salud no les cuesta trabajo entender que las migrañas son un síntoma de un trastorno emocional, pero en muchos otros casos (como la hipertensión, el Parkinson, la Fibromialgia, el Alzheimer, la endometriosis, por mencionar sólo algunos) les resulta tan complejo de aceptar, y también me llama mucho la atención el porqué en privado muchos especialistas de la salud le dicen a sus pacientes que su migraña se debe a haber guardado un disgusto o un problema con alguien, y ¿por qué no mencionan abiertamente a la sociedad que no expresar descontentos puede ocasionar migrañas y lo unifican como parte de su formación médica?

Pero no me desvío más del tema. Técnicamente en CIATEB hemos detectado dos tipos de migrañas; las que tienen un origen orgánico (que son el menor número de casos) y las que tienen un origen emocional (que son la gran mayoría). Para el primer grupo debemos de entender que al haber un daño orgánico (que puede ser producido por un golpe, una lesión, un problema vascular) la mayor parte de las veces la única forma de sobrellevar el problema es con medicamentos, quizás en algunos casos habrá soluciones con operaciones, pero para los casos que entran en este grupo nada de lo que yo escriba aquí es funcional, y su médico, quien lleva sus estudios, ve sus radiografías, analiza sus resonancias y revisa sus encefalogramas (entre otros tantos estudios) es quien les dará la mejor opción de tratamiento. El texto de ahora es para aquellas personas cuyo caso no cae en este primer grupo, y si ya tienen mucho tiempo con sus migrañas y cada vez son más molestas y responden menos al medicamento entonces esto les va a interesar.

Su migraña se formó porque muchos años atrás (normalmente) tuvieron un disgusto con alguien y se lo guardaron (por educación o por falta de ella). Esta emoción acumulada terminó por ser comprimida por el cuerpo para que no dañara al órgano que la había generado (que suponemos que es una amígdala, la del lado derecho del cuello), y una vez comprimida, como he explicado que le ocurre a las emociones comprimidas en varios de los textos de este blog, no pudo pasar por el Centro de Transmisión de Emociones que se encuentra en el cuello y lo bloqueó. A partir de que se bloquea el CTE del cuello es que las migrañas empiezan de manera recurrente, constante, e incrementándose en duración y fuerza, porque ya existe el trastorno emocional, el trauma emocional.

En el tiempo entre que se genera el disgusto y se forma el trauma emocional pueden pasar normalmente tres semanas en las cuales el cuerpo avisa a la persona que tiene que sacar ese disgusto. Y para explicar un poco de este proceso voy a contar un caso de una jovencita con Asperger (a quien conocemos desde hace muchos años por amistad familiar).

Hace un par de meses la jovencita comenzó a tener inflamación de garganta, fiebre y se le notaba decaída. Su mamá la llevó al médico, le hicieron pruebas de COVID y salió negativa. Como el medicamento no estaba dando todo el resultado que esperaban la mamá decidió mandarnos la fotografía de la jovencita para analizarla. Al descomponer la imagen nos aparecía una acumulación en la garganta y una en el estómago, muy parecidas a un trauma, pero como no había intoxicación en ninguna sección aledaña le mencioné que parecía que su hija se había enojado con alguien y no se los había contado, que procurara que lo contara o que los extrajera con la mano con el método que aparece en el libro y que ella conoce bien, porque todavía no se le formaba el trauma (si no entiendes lo que se hace con la fotografía o el porqué de ella te recomiendo leer "La ventaja de usar tecnología en el estudio y diagnóstico de Trastornos Emocionales"). Al día siguiente, como a las 9am, recibí un largo mensaje de audio por What'sApp en el cual la mamá me contaba que su hija había escuchado el audio que le mandé el día anterior y que en la madrugada llegó al cuarto despertándole y diciéndole que iba a hacer lo que yo le había mencionado en el audio, y se puso a contarle problemas que tenía con sus amigos en el salón de clase. Lloró un poco y que, de repente, cortó la plática y dijo que sentía la garganta desinflamada. fueron a la cocina, la jovencita comió algo y dijo que lo pudo tragar sin problemas. La mamá estaba sorprendida porque su hija había sentido el cambio muy notablemente en su garganta, y por eso me había mandado el mensaje. Esa mañana no regresó la escuela porque tenía algo de mucosidad, pero para la tarde ya no había rastro de flujo nasal. Fue con el médico. La revisó y le dijo que ya estaba bien, que el medicamento había actuado correctamente y que podía regresar a la escuela. Al día siguiente regresó a la escuela sin problemas.

Y ese es más o menos el proceso común con el cual se van desarrollando las migrañas, como pasan de un disgusto no expresado a una inflamación en la garganta para después convertirse en migrañas (y generar otros problemas orgánicos, como pueden ser problemas constantes de amígdalas, de tiroides, asma y algunas otras cosas), aunque en los niños todo este proceso lo llaman TDAH, pero ya he hablado de él (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH); un análisis emocional).

Y bueno, la solución, para siempre, a las migrañas de origen emocional consiste en desbloquear, o limpiar, el CTE que se encuentra en el cuello.

Si en algún momento alguien desea venir a aprender sobre esto comuníquese a CIATEB o conmigo, a través del blog, y será bien recibido, las puertas de CIATEB están abiertas para todo especialista de la salud o investigador que desee aprender o investigar sobre estos temas.

Y si quieren aprender más, antes de venir, pidan el libro "El Sistema Circulatorio Emocional" (disponible también en versión electrónica en Amazon).