La atrofia muscular como resultado de un trastorno emocional.

Cuando recibí la llamada de Sandra Quezada contándome que su hijo tenía problemas y que ya sólo podía caminar de puntitas quedé muy sorprendido porque a ella y a su hijo los conozco (voy a aclarar que la propia Sandra fue quien me pidió que pusiera su nombre como testimonio de lo ocurrido). Su voz se notaba muy preocupada y le comenté que me enviara la foto de su hijo para analizarla en la computadora y si aparecía un bloqueo en el Centro de Transmisión de Emociones de la frente entonces cabía la posibilidad de ayudarlo.

Me envía la fotografía. La descomponemos en la computadora y, efectivamente, aparece un bloqueo en el CTE de la frente (que técnicamente es una neuropatía), así que le digo que nos lleve a su hijo. Era tanta la desesperación de ella hizo la cita para una hora más tarde, casi lo que tardaba en arreglarse y llegar al consultorio de CIATEB.

El chico llegó caminando de puntitas. Reconozco que verlo así de primera impresión es simpático, es un niño caminando de puntitas todo el tiempo, pero cuando lo vemos como una realidad de un proceso degenerativo pierde la gracia.

Atendimos al chico, le extrajimos el trauma desbloqueándole el CTE de la frente y antes de comenzar con la parte del tratamiento que sirve para cerrar el plasma del campo biomagnético, parte en la cual yo no participo, él pidió un momento para ir al baño. Al verlo pasar caminando correctamente, asentando los talones, tanto de ida al baño como de regreso, Sandra no pudo contener la emoción y se le aguaron los ojos.

Como yo no tenía nada qué hacer en la segunda parte del tratamiento me quedé a platicar con Sandra y me contó el calvario que llevaba desde hacía casi un año y que 20 días atrás fue cuando le diagnosticaron la atrofia muscular y lo aceptaron en una institución de asistencia privada, me contó sobre que había doctores que tenían contemplado hacerle biopsias musculares para identificar el tipo de atrofia que sufría y sobre otro doctor que había propuesto operarle el talón de Aquiles porque ahí estaba la atrofia (esto fue lo que le hizo buscarnos), pero ya para este momento de la plática ella reiteraba que estaba muy agradecida porque veía a su hijo caminar bien, o caminar mejor, porque, hay que ser realista, el daño orgánico provocado por la tensión muscular no desaparece por arte de magia, y aunque el chico "ya se podía parar asentando los talones sin irse para atrás" (según palabras de él mismo) iba a requerir fisioterapia para recuperar la elasticidad natural de los músculos afectados.

Cuando vi el resultado del análisis de la fotografía del chico indicándonos que sí había un bloqueo en el CTE de la frente me dio la tranquilidad para decirle a Sandra que había un 99% de probabilidades de que lográramos frenar el proceso y él se recuperaría, que es lo que está ocurriendo. Para este momento del texto tengo 5 minutos de haber hablado con Sandra y me confirmó que su hijo cada vez camina mejor y muchas veces ya asienta completamente el pie. Y aunque se pudo haber atendido antes al menos no fue lo suficientemente tarde como para exponer al niño a cirugías y todo va a quedar en simples fisioterapias.

El bloqueo en el CTE de la frente es, técnicamente, un trauma emocional y ocasiona una neuropatía porque las cargas magnetoestáticas se quedan en el cerebro ocasionando cortos entre las neuronas, en el caso del hijo de Sandra el corto afectaba a las neuronas que tienden a tensar los músculos y por ello era la atrofia muscular. Con el tiempo la acumulación de cargas en el cerebro iba a ir creciendo e iba a afectar más neuronas y provocar más padecimientos. Nosotros no tenemos la capacidad para detectar a la perfección qué neurona es la que está afectando el trauma, sólo podemos ver la carga magnetoestática (el trauma) y ver los síntomas (en este caso; atrofia muscular). Añado que el bloqueo del CTE de la frente se genera normalmente por un susto pero, sin querer ser complotista, debo mencionar que algunas radiofrecuencias a las que estamos expuestos en la vida actual el cuerpo las confunde con la señal de susto y se acumulan en la cabeza bloqueando el CTE de la frente provocando neuropatías, algo que en esta época de pandemia y clases en línea es una alta posibilidad.

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