Adicción a las pastillas para dormir

 Ella envió su foto para diagnóstico diciendo que padecía de fibromialgia, se la acababan de diagnosticar. En la imagen no había rastro alguno de neuropatía así que le dijimos que no padecía de fibromialgia pero que sí tenía varios traumas emocionales que podían ocasionar los dolores en su cuerpo, y en todo caso, si en el consultorio confirmábamos que había una neuropatía emocional que no apareciera en la fotografía de diagnóstico también se la extraeríamos. Ante esto, ella sacó cita en CIATEB.

La atendimos y, efectivamente, no presentaba ninguna neuropatía y fue fácil extraerle sus traumas. Recuerdo que cuando la acompañé a que se viera al espejo una vez que salió del consultorio dijo, asombrada, que se veía feliz, y unas pequeñas lágrimas se esbozaron en sus ojos. Me abrazó y agradeció diciendo que lloraba de felicidad. Yo no sabía qué decir, me es común ver esta reacción de llanto de felicidad en adolescentes, no en adultos mayores de 30 años.

Hasta este momento todo era un caso normal. Lo interesante llegó cuando me mandó la fotografía de una amiga de ella y mientras me devolvían el diagnóstico de la imagen le pregunté sobre su estado. Ella me confirmó que se sentía muy bien, con mucho ánimo, muy feliz, que ya podía dormir, pero que como se había acostumbrado a consumir pastillas para dormir ahora se sentía algo ansiosa. Pero el ansia es una emoción, que se acumula en el bazo y que sale por el centro de transmisión de emociones que se encuentra en el ombligo, y mientras está en estado fluido, antes de que se haga trauma, es fácil de manipular y extraer, así que le expliqué cómo se la extrajera ella misma, con la mano (como explica el libro "El Sistema Circulatorio Emocional"). Su siguiente mensaje por What'sApp era de alegría, ya se le había quitado la ansiedad, también me comentó que no había llegado a ese capítulo y que repetiría el ejercicio cuantas veces fuera necesario, todos los días, hasta que dejara de fabricar ansiedad su cabeza.

El caso de ella es muy ilustrativo porque a diferencia de una adicción normal (que es la suma de depresión y ansiedad en la cual el adicto consume la droga para anestesiarse del dolor que ocasiona la ansiedad) aquí la ansiedad se generó por la costumbre de usar la droga (la pastilla para dormir) para poder descansar, haciendo parecer esto más un hábito que una adicción, un requerimiento parecido a la pluma de Dumbo, y en cuanto el organismo de ella se de cuenta que no requiere de esa pluma de Dumbo para volar, digo, para dormir, dejará de pedírsela.

Para más información pidan el libro "El Sistema Circulatorio Emocional" (disponible también en versión electrónica en Amazon).